Existen modificaciones técnicas que ayudaran a reducir el consumo de combustible y las emisiones, diferentes a las recomendaciones comunes que se basan en la forma y estilo de conducción.
La mayoría de estas regulaciones son de tipo mecánico-electrónicas, por lo general aplicables a autos con acceso a ECU. Ahora, veamos las siguientes recomendaciones: 1. Acoplar una refrigeración regulada electrónicamente, que contribuye a reducir sobre un 3% el consumo. 2. Programar un reglaje de distribución variable y la recirculación de gases de escape (contribuye a una reducción del 5%). 3. Desactivar los cilindros ayuda en un 8 %, la cual tiene únicamente sentido en motores de cilindros múltiples, para mantener la regularidad cíclica de la marcha. 3. Contar con una compresión variable y con tiempos de distribución variables. Para ello, se requieren componentes mecánico-electrónicos de muy altas prestaciones, y un buen control electrónico. Estos sistemas existen y son capaces de reducir hasta un 8% del consumo. 4. Configurar a los motores desarrollados en los últimos años un funcionamiento de mezcla homogénea empobrecida. Estos reducen hasta un 10 %, pero han sido abandonados en favor de los motores con inyección directa de gasolina. 5. Controlar la apertura de las válvulas de forma mecánicas y electrónicas porque son capaces de llegar a una reducción de hasta un 12%. 6. Poner una inyección directa de gasolina que es, hoy por hoy, la medida específica que ofrece el mayor potencial de reducción del consumo (hasta un 20%).