Perros en pista y coche bendecido

En la noche de Delhi, los perros callejeros vagabundean en manadas en busca de algo que comer. Dicen que no son peligrosos. Excepto para los gatos. Se puede ver a los canes con sus pobres enemigos en la boca corriendo como cazadores furtivos. También son peligrosos para la Fórmula 1.

Ayer, al poco de comenzar la primera sesión de entrenamientos libres en el nuevo circuito de India, un par de perros aparecieron por la pista, uno se fue pronto, el otro incluso ralentizó el paso de uno de los Lotus Team.

La sesión se paró durante algo más de cinco minutos. Y del perro nunca más se supo. Así es este inaudito y especial gran premio indio. Lo cierto es que las instalaciones son espectaculares, pero aún más lo que sucede alrededor, desde ver a decenas de los conductores que traen a periodistas y equipos al circuito subidos en sus camiones para ver la pista, a elefantes en la carretera.

O a un dvijóttama, el mejor de entre la casta de los braham, una especie de sacerdotes hindúes, bendiciendo el coche de Kamui Kobayashi y a los dos pilotos de Sauber, mientras el mexicano Sergio Pérez hacía terribles esfuerzos por mantener la compostura. Finalmente, al japonés le vino bien, pero no le ha dado mucha suerte por el momento al Checo, que fue sancionado con tres puestos en la parrilla. Pero antes hubo que llegar al circuito y algunos lo tuvieron complicado con los atascos que montan los tractores. Son pequeños, pero lo suelen llevar varios de los agricultores indignados que reclamaban más dinero por sus tierras. Es su forma de protestar...

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