La trascendencia por los 50 años de Caminos del Inca, el Gran Premio Nacional de Carreteras más importante del país, es tal que, uno de los apellidos más representativos del automovilismo peruano, retornará a sus rutas luego de siete años: los Ferrand.
“Nuestra última participación en Caminos del Inca fue en 2009, porque desde el 2010 al 2015 corrimos en el Dakar y no estábamos en condiciones de ser parte de los dos eventos, pero como se cumplen 50 años de la primera edición, hemos querido estar presentes”, explica Fernando Ferrand del Busto, que tendrá como navegante a su hijo Fernando Ferrand Malatesta.
Los Ferrand, integrantes del Team Proraid Perú, no corrieron en el Dakar 2016 debido a una cirugía que se realizó Fernando (hijo) en noviembre del año pasado, por lo que en su próxima agenda aparecen CDI y el Dakar 2017.
“Caminos del Inca será como una prueba para el Toyota Fortuner 2.8 Turbo diésel, porque 60 días después vamos por nuestro sétimo Dakar. Para Caminos no vamos con la perspectiva de pelear la general, no tenemos una camioneta veloz, sino una ‘llegadera’. Es fuerte, bien conformada, la distancia entre ejes es muy interesante, menor distancia que las pick up de Toyota, lo que nos permite sortear ciertos obstáculos en el trayecto, que no creo que suceda en Caminos del Inca, pero sí en el Dakar”, detalla Ferrand.
Con la mentalidad de ofrecer espectáculo en su camioneta, los Ferrand competirán por la categoría contra los otros 11 inscritos, entre los que resaltan Nicolás Traverso, Alvaro Silva y Luis Mendoza.
“Hemos hecho toda la jaula, buscando disminuir el peso y la suspensión es una como utilizamos en el Dakar, que sale de lo común en Caminos del Inca. Además, el tanque de combustible es más grande para los recorridos largos que debemos hacer”, finalizó.