Las fallas mecánicas se agravan porque no sabemos interpretar las señales que da el auto. Observar estos signos nos ahorrará tiempo y sobre todo mucho dinero. A continuación, te damos algunas recomendaciones que debes incorporar como parte de tu rutina para prolongar la vida de tu vehículo.
Llevar el auto a mantenimiento
Puede ser el consejo más obvio, pero realizar un mantenimiento frecuente puede ser más económico que reparar una falla más grave. Además, a la larga significa una menor inversión de tiempo. Las revisiones pueden ser cada año (15.000-20.000 km) o cada dos años (30.000 km). También puedes consultar las recomendaciones del fabricante para saber el tiempo que estipula con exactitud. Importante: elegir un buen taller.
Escanear tu auto (que pase por una máquina de diagnóstico)
La máquina de diagnóstico es un ordenador portátil que se conecta al auto. Usa un software de diagnóstico que permite hacer un informe o análisis de la situación del vehículo e identifica las fallas que existan en las unidades de control electrónico que tiene tu auto para así poder corregirlas y optimizar el funcionamiento (incluso, dependiendo del desperfecto, a veces se puede resolver desde el ordenador). Se conecta al puerto de diagnóstico a bordo (OBD por sus siglas en inglés) o en los más modernos por bluetooth.
Vigilar los niveles de aceite
Hacerlo no te tomará mucho tiempo y es algo que puedes hacer sin depender de nadie. Comprueba los niveles de aceite y anticongelante al menos una vez al mes. Algunos autos tienen sistemas que avisan cuando los niveles son bajos inadecuados. Si tu auto no posee este sistema tendrás que abrir el capó y hacerlo visualmente. En cualquier caso, siempre es conveniente usar un aceite de calidad.
Revisa el filtro de aire
Los filtros de aire sucio o dañados reducen el flujo de aire al motor lo que hace que trabaje más y gaste más combustible. A la larga, esto afectará su rendimiento porque afecta la aceleración. Debido a los altos niveles de contaminación y polución que hay en la capital es conveniente limpiar el filtro o cambiarlo si fuera necesario porque es una de las piezas de recambio más importante. Se puede cambiar cada 19.000 a 24.000 kilómetros considerando si transitas por zonas muy polvorientas.
