Una bujía gastada puede aumentar el consumo de combustible hasta un 20 por ciento.
Muchas veces hemos escuchado la palabra “bujía” pero no sabemos qué es, para qué sirve y en qué parte de nuestro auto están ubicadas y para ello, IDAT ha elaborado el presente artículo.
Las bujías son unos pequeños dispositivos que tienen la función de encender o producir la chispa que se da entre la mezcla de gasolina o gas con aire, que echa a andar al motor de un automóvil. Asimismo, se encarga también de remover el calor de la cámara de combustión. Esto quiere decir que además de proporcionar la chispa a la cámara de combustión, trabaja como intercambiadoras de calor, extrayendo la energía calorífica no deseada de la cámara de combustión al sistema de enfriamiento del motor.
Las bujías están fabricadas en materiales altamente resistentes al calor, para poder cumplir su función de disipar calor. Cada fabricante de motores elige la bujía adecuada de acuerdo con el diseño del mismo, de la potencia, del torque que desea extraer de éste y del cumplimiento de las premisas de lograr bajo consumo de combustible y cumplir con normas ambientales. A continuación los tipos de bujías que usan los vehículos:
- Calientes: tienen la punta del aislador muy larga y el recorrido del calor no tan rápido, por lo que evacua poco calor de la cámara de combustión a la culata (tapa de cilindros). Estas conducen el calor con lentitud y se mantienen calientes. Un vehículo que solo hace recorridos cortos en la ciudad, necesita bujías más calientes para quemar los depósitos de carbón que tienden a formarse en el interior de las cámaras de combustión.
- Frías: tienen la punta del aislador corta, y el recorrido del calor es muy corto, por lo que evacua mucho calor de la cámara de combustión a la culata (tapa de cilindros). Estas conducen el calor con rapidez y se mantienen más frías. Son ideales para vehículos que se utilizan principalmente en carretera y realizan largos recorridos, tienden a ir en altas velocidades o conducción con carga en los que la disipación de calor es esencial.
Es importante señalar que una bujía no es fría o caliente por la temperatura que alcanza, sino por el calor que trasmite. Asimismo, antes de elegir el tipo de bujía que desee, debe revisar el ‘grado térmico’ de su vehículo.
Las bujías son uno de los componentes principales de los motores de combustión interna, ya sean en diésel o gasolina (bencina), y se recomienda que sean limpiadas cada 5 mil y 10 mil kilómetros, ya que pueden tener cualquier tipo de suciedad (aceite, grasa, tierra, etc.) y puede debilitar la chispa y aumentar el consumo de combustible.
Por: Juan Vílchez Sánchez, Instructor de Mecatrónica Automotriz de IDAT
