Debido a la gran cantidad de gases contaminantes que emiten los vehículos, la industria automotriz empezó a buscar soluciones, una de ellas es el acoplamiento de catalizadores.
El catalizador es un elemento primordial al momento de tratar los gases perjudiciales que salen por el tubo de escape de los automóviles. Este instrumento vehicular tiene como misión disminuir los elementos contaminantes contenidos en los gases de escape de un vehículo mediante la técnica de la catálisis.
El catalizador se monta en el tubo de escape, inmediatamente después del colector de escape, ya que en este punto los gases se mantienen una temperatura elevada. Esta energía calorífica pasa al catalizador y eleva su propia temperatura, situación en la que este dispositivo tenga un óptimo rendimiento.
Para motores a gasolina actuales, las emisiones contaminantes son mediante catalizadores. La regulación del ciclo de depuración catalítica está a cargo de la unidad de control del motor.
El catalizador despliega su efecto de depuración a partir de una temperatura de aproximadamente 300 °C y requiere un cierto tiempo para alcanzar su temperatura de servicio después del arranque en frío. En los sistemas de escape actuales se acoplan precatalizadores para abreviar la fase de calentamiento y poder depurar los gases de escape después de un tiempo mínimo. Estos pre catalizadores se instalan cerca del colector de escape, tienen generalmente unas dimensiones más pequeñas y alcanzan por ello más pronto su temperatura de servicio.
Los catalizadores realizan un proceso químico aplicado a los gases contaminantes y sus residuos. En los catalizadores se producen básicamente dos procesos fundamentales: primero, la reducción catalítica, en la que se rompe la molécula de los óxidos de nitrógeno (NO) y eso da como resultado moléculas de nitrógeno (N2) y de oxígeno (O2).
El otro proceso es la oxidación catalítica, en la que se produce la combustión del monóxido de carbono (CO) y de los hidrocarburos residuales (HC). Eso da como resultado dióxido de carbono (CO2) y vapor de agua (H2O).
Hoy en día los automóviles tienen este sistema muy avanzado que permiten cumplir regulaciones internacionales como euro III, euro IV y euro V.