Vamos a contarte cuál es la función de uno de sus elementos más importantes, los inyectores diésel.
No decimos que los inyectores de un motor diésel son importantes a la ligera, es que estos pequeños elementos son necesarios en el sistema de inyección pues se encargan de introducir en el motor la cantidad justa de combustible en el momento indicado.
Por tanto, como te podrás imaginar, su función es fundamental para que el motor de nuestro coche no sólo trabaje correctamente, su buen o mal estado también puede afectar directamente a las prestaciones, al consumo de carburante e incluso, en casos extremos, a la vida útil de motor por falta de lubricación.
Pero no pienses que simplemente deja caer unas gotas de gasoil en la cámara de combustión, nada más lejos de la realidad.
Un aspecto fundamental de los inyectores diésel es que inyectan el combustible, valga la redundancia, a elevadísimas presiones y homogéneamente, de forma que el gasóleo se distribuya correcta y uniformemente por la cámara de combustión. Cada uno de los cilindros tiene su propio inyector, que se sitúan en la culata del propulsor, es decir, si tu coche tiene cuatro cilindros, tendrá cuatro inyectores.
Cada uno de esos inyectores diésel está controlado electrónicamente, aunque si tu coche ya tiene unos años, el sistema también podría ser mecánico. La centralita electrónica es la que sabe en qué momento deben introducir más o menos combustible en el motor, siempre en función de lo que el conductor demande a través del pedal del acelerador.