Para el cuidado de nuestros neumáticos, no solo debemos tener en cuenta el estado de la carretera, la conducción, la presión de las llantas y más, pues aquel elemento que mantiene la rigidez de las llantas, debe encontrarse también en un buen estado.
Un aro en mal estado puede originar muchos problemas, desde una fuga de aire, la deformación del caucho, hasta dificultades con la estabilidad, nos indica el especialista, Marco López, que también rescata la idea de, por qué no, llevarlos a revisión con un mecánico experto.
Algo que también a muchos se les escapa de las manos con los aros, es que se compren de segunda e incluso, de tercer mano (tercer uso), esto es algo que podría darse siempre y cuando sean bien analizados, de lo contrario, podría aportar a la deformación de las llantas y con ello, la inestabilidad en el manejo.
Lo ideal es comprarlos nuevos, así se evitarán muchos problemas.