Ni cuando conducimos por ciudad,- donde se suele ir más despacio- ni cuando lo hacemos por carreteras secundarias, autovías o autopistas debemos descuidar el mantenimiento de los frenos de nuestro coche.
El asunto es grave, ya que en la ciudad, si un semáforo, por ejemplo, se pone imprevisiblemente en rojo, o simplemente se cruza un peatón, el riesgo de ser atropellado por este motivo aumenta exponencialmente.
En la carretera con los frenos en mal estado, no solo ponemos en riesgo nuestras vidas, sino la de los demás conductores que circulan en nuestra dirección o si es en una carretera convencional, en dirección opuesta.
Algunas recomendaciones generales para el mantenimiento de tus frenos:
- Revisa el sistema de frenos antes de realizar un viaje largo.
- Cambia los frenos por pares, es decir, los que se encuentran en el mismo eje.
- El líquido de frenos ha de cambiarse entre uno y dos años.
- Elegir buenas marcas, suelen ser más duraderas, fiables y seguras.