Rosa Romero es más que la esposa del doble ganador del Dakar, Nani Roma, es una piloto de motos que se ha estado preparando para retos cada vez más grandes y desarrollando una carrera muy al margen de la de su esposo.
Ahora parte del Team Himoinsa, este año planea no solo acabar el Dakar sino mejorar el puesto en que quedo el 2015 (52 en la general) luego de tener tres abandonos en las anteriores oportunidades en las que participó.
“El año pasado fue un Dakar un poco tenso. Lo único que quería era terminar así que no lo disfruté mucho. Ahora que me he quitado esa espinilla el objetivo es el mismo: acabar, pero disfrutando un poco más. Si el Dakar fuera una carrera más fácil, no lo valoraríamos tanto. Vale un montón de dinero, un montón de esfuerzo, un montón de horas de dedicación, llegas ahí y lo pasas fatal, te levantas a las tres de la mañana, tienes unos enlaces inhumanos, las etapas las sufres y piensas…¡somos medio tontos! Pero luego piensas en que has podido superar todo eso y merece la pena. Dijo Romero Font.
“A mí me gustaba desde pequeña porque lo veía por la tele y me encantaba la arena, la aventura. Cuando cumplí 18 años convencí a mi padre para que me ayudara a comprar una moto. Lo que me gustaba no era la competición sino viajar. Mi ilusión era irme a África…y fue lo que hice. Me compré una Cagiva, una moto trail que era inmensa y me fui a Marruecos con unos amigos. Poco a poco fui conociendo a gente en el mundo de la competición y adentrándome en él. Compaginar esa vida con la vida familiar es complicado.” Declaró la piloto de Team Himoinsa.