Es importante revisar los neumáticos regularmente, al menos una vez al mes. Busquemos cualquier signo de daño o desgaste irregular, puesto que las presiones defectuosas de inflado, una mala alineación o un desequilibrio puede afectar en el rendimiento general de la llanta.
Al igual que los defectos en la suspensión, debemos tener en cuenta que el dibujo de la banda de rodamiento debe tener una profundidad superior a los 1.66 mm, además, comprobar que no existan irregularidades a lo largo de la banda, a la vez, equilibrar cada rueda si cambiamos algún neumático.
Evitemos conducir largas distancias a gran velocidad, pues esto genera una acumulación de calor. Marco López, especialista en ruedas, señala que la mejor manera de cuidar nuestros neumáticos es manteniendo la presión en ellos, que éstos tengan la cantidad correcta de aire y ser un buen conductor, el estado de un vehículo y sus partes depende mucho del conductor.
“Si el conductor no es prudente con el manejo de su auto ni adecúa el estilo de manejo a las superficies en las que maneja, el auto no andará bien y sus piezas se desgastarán y necesitarán ser reemplazadas”. También señaló que el uso de aerosoles que limpian las llantas tienen un fin más estético que protector.