Uno de los males que carcome a la ciudad limeña es la inseguridad ciudadana, pero si esto no es suficiente, habría que sumarle las herramientas precarias con las que trabaja la Policia Nacional, una de ellas, sus patrulleros.
A fines del año pasado, el gobierno de Ollanta Humala gastó casi 82 millones de dólares en la compra de 2 mil 108 camionetas de uso particular Ssang Yong modelo Rexton 3.2 convertidas en patrulleros. Se firmó un convenio entre el Estado Peruano y la Agencia de Inversión y Comercio de Corea del Sur- Kotra y Daewoo International Corporation.
El gobierno actual no compró patrulleros de fábrica, sino que optó, por camionetas de uso particular. Para la Contraloría General de la República, estos vehículos no son ideales para nuestras carreteras y tendrían un periodo de vida muy corto, lo que ocasionaría un perjuicio millonario al Estado.
El contralor Edgar Alarcón afirma que la protección de los vehículos no estaría completa, que las ventanas del piloto y copiloto no estarían blindadas y que las puertas laterales tendrían un revestimiento parcial, esto permitiría que en medio de una balacera o emergencia, dejaría vulnerable al personal policial.
El coronel de la policía Luis Alberto Espinoza, jefe de la división de transportes de la dirección de Logística de la PNP le mostró el martes a los auditores de la Contraloría que las puertas laterales están parcialmente blindadas y que, para reforzarlas, se les colocó una plancha de metal cerca a la chapa para evitar que pasen los disparos. El crimen organizado no solo opera con pistolas calibre 45 sino también con fusiles y metralletas.
Otro problema que se ha detectado en estos patrulleros es que son camionetas gasolineras motor 3. 2, es decir tienen 6 cilindros y un motor que necesita combustible de alto octanaje, mínimo de 95, gasolina que además no se vende en algunas de las 18 regiones donde estas camionetas serán distribuidas.