venta de vehículos nuevos se desacelera durante  primer semestre del 2022
venta de vehículos nuevos se desacelera durante primer semestre del 2022

Venta de vehículos nuevos se desacelera durante primer semestre del 2022

La venta de vehículos nuevos cerró el primer semestre con resultados positivos en la mayoría de los segmentos que lo componen, sin embargo, se aprecia una desaceleración en sus respectivas tasas de crecimiento, informó la Asociación Automotriz del Perú (AAP).

De acuerdo con la información de Sunarp, explicó Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos de la AAP, la venta de vehículos livianos nuevos se ubicó en 12,841 unidades al cierre de junio de 2022, por lo que durante los primeros seis meses del presente año las ventas se ubicaron en 80,101 unidades y reportaron un crecimiento anual acumulado en lo que va del año de 10.8%, menor al 12.2% reportado el mes anterior.

“Si se desagrega la información por segmentos, se puede apreciar que las ventas de SUV totalizaron 34,478 unidades durante el periodo enero - junio del 2022, incrementándose en 24.7% respecto a similar lapso del 2021. En tanto, la venta de pick up y furgonetas llegó a 16,775 unidades en el periodo de análisis (+21.5% interanual), mientras que las ventas de camionetas ascendieron a 9,220 unidades (+1.3% interanual)”, indicó Morisaki.

De otro lado, el economista precisó que la venta de automóviles y station wagon cayeron a 19,628 unidades (-9.6% interanual). No obstante, agregó que el avance registrado en las ventas de vehículos livianos continuó siendo impulsado por la recuperación del nivel de empleo e ingresos postpandemia, debido al desempeño positivo de algunos sectores económicos que venían rezagados durante la emergencia sanitaria, así como por la mejoría que viene mostrando el financiamiento vehicular concedido por las entidades financieras. Por su parte, el retorno gradual a la presencialidad, tanto en los centros laborales como educativos, ha sido otro factor que ha dinamizado la demanda por este tipo de vehículos

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El gerente de Estudios Económicos de la AAP resaltó que, en el rubro de vehículos pesados, la venta de camiones y tractocamiones registró 1,205 unidades en el sexto mes del presente año, lo que llevó a que las ventas se ubiquen entre enero y junio del 2022 en 7,928 unidades, incrementándose en 5.1% a tasa anual, por debajo del 9.4% anotado en mayo. La expansión registrada por dicho segmento se explicaría por la eliminación de las restricciones de tránsito en todo el país, facilitando la circulación de los referidos vehículos, así como el desempeño positivo de diversos sectores económicos que utilizan intensivamente dichos vehículos, como construcción, comercio al por mayor, manufactura no primaria, entre otros, en un contexto de reactivación postpandemia.

De igual manera, la venta de minibús y ómnibus se situó en 184 unidades al cierre de junio del presente año, con lo que, durante el primer semestre del 2022, las ventas de los referidos vehículos alcanzaron las 1,312 unidades, cifra superior en 48.9% a tasa anual y encima del 46.9% del mes anterior. “El significativo crecimiento en la venta de dichos vehículos ha estado marcado por la baja base de comparación del 2021 y por la recuperación que viene anotando el sector transporte de personas, tanto a nivel urbano como interprovincial. Gracias al levantamiento de la mayoría de restricciones de circulación y aforo, diversas actividades han empezado a funcionar en su plenitud, entre ellas los sectores restaurantes, hotelería, y servicios de turismo y entretenimiento, generándose una mayor demanda por servicios de transporte. Además, el retorno a las actividades presenciales en centros educativos y laborales también ha sido un elemento importante detrás de la recuperación de las actividades relacionadas al transporte de personas, y que le ha inyectado dinamismo a la venta de ómnibus y minibús, tal como lo anticipáramos”, puntualizó Morisaki.

Por último, la venta de vehículos menores (motos y trimotos) se ubicó en 28,733 unidades al término de junio de 2022; así, durante enero-junio del presente año, las ventas acumuladas de dichos vehículos sumaron 188,952 unidades, retrocediendo en 13% a tasa anual, por debajo del -9.9% del mes anterior. Al desagregar la información se observa que la venta de motos bajó a 19,914 unidades en el sexto mes del 2022, en tanto que en lo que va del presente año las ventas se situaron en 131,818 unidades (-10.6% interanual). Finalmente, la venta de trimotos llegó a 8,819 unidades en junio último y a 57,134 unidades en el primer semestre del 2022, con lo que la variación acumulada fue de -18.1% a tasa anual. “La reducción de las ventas anotadas en dicho segmento del mercado se explicaría por una normalización de la demanda, luego de dos años en donde las ventas de motos y trimotos reportaron tasas de crecimiento significativamente altas debido a las restricciones que impidieron la normal circulación de las personas y obligaron a optar por medios de transporte que permitieran mantener el distanciamiento social recomendado, además de incrementarse la demanda por servicios de delivery”, detalló el experto en temas económicos tras indicar que luego del levantamiento de la mayoría de restricciones para el COVID-19, las personas vienen aumentando el uso del transporte público y  acuden con mayor frecuencia a restaurantes y lugares afines. Asimismo, dicho segmento de mercado, estaría siendo golpeado por el aumento de los precios, reduciendo su capacidad de compra de manera significativa.

 

“Si bien durante el primer semestre del 2022 la venta de vehículos nuevos ha mostrado un desempeño positivo en la mayoría de segmentos, debido al dinamismo mostrado por algunos sectores económicos que venían rezagados durante la pandemia y la recuperación paulatina del mercado laboral, para los siguientes meses se espera una desaceleración en el mercado que llevaría a que el sector cierre el año con una expansión ligeramente al alza. Por un lado, el liderazgo desprolijo del Gobierno no ha permitido atender de manera eficiente los problemas más urgentes del país, generándose un descontento popular en la población e incertidumbre entre los agentes de mercado”, puntualizó Morisaki, además señaló que  la guerra entre Rusia y Ucrania, la cual se ha extendido más allá de lo esperado, ha encarecido fuertemente los precios de la energía (combustibles) así como de algunos insumos importantes para diversas actividades económicas (granos, fertilizantes), provocando una ola inflacionaria global, que las autoridades de nuestro país no han sabido enfrentar de manera eficiente”.

 

El aumento de precios, dijo, viene golpeando en mayor medida a los hogares de menores ingresos, quienes tienen que destinar una mayor porción de sus ingresos a la compra de productos de primera necesidad. Ante ello, la conflictividad social tendería aumentar durante los siguientes meses si no se toman las medidas necesarias. De materializarse los riesgos sociales, afectarían el desempeño de la actividad económica, y por ende del consumo de bienes duraderos como vehículos. Del mismo modo, los cuellos de botella portuarios y la escasez de insumos para la producción de vehículos también son factores a tener en cuenta ya que restringirían a la oferta mundial de vehículos. Por otra parte, la liberalización de los ahorros privados (CTS, AFP), podrían darle cierto impulso al consumo, tal como pasó el año pasado, sin embargo, los recursos disponibles son menores para este año si se comparan con los del 2021, por lo que su efecto sería menor.

 

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