Las Bujías frías y calientes

En los motores de ciclo Otto (gasolina o gas), las bujías son el elemento encargado de provocar la combustión de la mezcla aire-combustible, y lo hacen mediante el salto de un arco voltaico o chispa entre sus electrodos.

Existen diferentes tipos y marca de bujías, y es probable que cualquiera se pueda utilizar en nuestro motor. Pero es importante saber que cada vehículo, tiene ciertas especificaciones que obligan a poner la bujía adecuada a nuestro motor, para garantizar su correcto funcionamiento.

Para que los usuarios puedan saber qué bujías son las adecuadas para un motor determinado, los fabricantes de bujías editan unas tablas en las que facilitan esta información, y también en algunos casos editan tablas de conversión de las referencias de un fabricante a otro.

Formas constructivas de las Bujías

Las bujías se diferencian entre sí principalmente por su "grado térmico" y por sus electrodos (formas constructivas y materiales).

Para entender que es el "grado térmico" de una bujía debemos saber que las bujías cumplen dos funciones muy importantes, la primera es encender la mezcla de aire-combustible y la segunda es la de remover el calor de la cámara de combustión, es decir, la bujía además de proporcionar la chispa a dicha cámara, trabaja intercambiando calor, extrayendo la energía calorífica no deseada de la cámara de combustión al sistema de enfriamiento del motor.

El grado térmico de la bujía viene determinado por la longitud del aislador central de cerámica, su habilidad para absorber y transferir el calor de combustión, el material del aislador y el material del electrodo central.

Existen dos tipos de bujías según su grado térmico

Bujías calientes:

Se conoce como bujías calientes, aquellas que tienen la punta del aislador muy larga, y el recorrido del calor no es directo, por lo que evacua poco calor de la cámara de combustión hacia la culata. Las bujías calientes conducen el calor con lentitud y se mantienen calientes. Se recomienda que el automóvil que solo hace recorridos cortos en la ciudad, necesita bujías más calientes para quemar los depósitos de carbón.

Bujías frías:

Tienen la punta del aislador corta, y el recorrido del calor es muy directo, por lo que evacua mucho calor de la cámara de combustión a la culata. Las bujías frías conducen el calor con rapidez y se mantienen más frías.

Una bujía fría es la que transmite mucho calor a la culata; una bujía caliente es la que transmite menos calor. Es decir, la bujía no es fría o caliente por la temperatura que alcanza, sino por el calor que trasmite. Los factores que determinan el grado térmico son la relación de compresión, el tipo de admisión (atmosférica o sobrealimentada) o las condiciones de funcionamiento.

Cuando las bujías están demasiado frías no queman los depósitos de carbón que se forman en los electrodos. El vehículo que se utiliza principalmente en carretera y circula poco por ciudad necesita bujías más frías para evitar sobrecalentamiento.

En resumen: elija una bujía FRÍA para largos recorridos, altas velocidades o conducción con carga en los que la disipación de calor es esencial. Elija bujías CALIENTES para tratar de evitar depósitos en tipos de conducción de cortos recorridos o con arranques y paradas frecuentes. También se utilizan bujías más CALIENTES en motores viejos con mucho desgaste y perdidas de compresión.

 

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