Los pilotos más experimentados que participaron en anteriores ediciones del Dakar en Sudamérica ahora se toparán con un nuevo enemigo común: las elevadas y accidentadas dunas peruanas. Conozca un poco más de las regiones más accidentadas del país que también serán protagonistas del espectacular rally.
Dicen que las dunas son como las olas del desierto, pues al igual que el mar, están siempre en constante movimiento. El viento es un personaje más en esta escena natural y su papel omnipresente siempre altera y modifica a su antojo estos paisajes eternos.
Pero esta vez, el desierto ya no será un paraje desolado más, sino un verdadero campo de batalla de talla internacional. Un escenario donde no faltarán incontables duelos de velocidad, resistencia y estrategia, a cada cual más feroz, como combate de gladiadores en una arena, donde sólo los más fuertes y capaces podrán alcanzar la tan ansiada meta: Lima, Perú.
El único enemigo es el camino.
La palabra Dakar, siempre estará asociado a los desiertos y dunas. Será un desafío múltiple para todos los participantes y no libre de dramatismo, porque sólo habrá una condición para competir: o vencer al desierto y a los demás corredores, o perder en el intento.
El concepto de aventura se extenderá en toda su magnitud a través de las vicisitudes e incidentes que cada uno de los equipos tendrán que sufrir y sobrellevar: desde insoportables atolladeros y desperfectos técnicos, hasta inesperados y trágicos accidentes.
“El único enemigo es el camino”, ya lo dijeron los Fernando Ferrand, piloto peruano que también va por la hazaña de terminar el recorrido. Difícil, pero no imposible.
A partir del 12 de enero de 2012, después de 11 días de recorrido, todos los vehículos que llegarán a Arequipa tendrán que enfrentarse a una de las zonas más difíciles y accidentadas de esta versión del Dakar: los desiertos de Nasca y Pisco.
Conociendo al ‘enemigo’: las dunas de Ica
Debido a que el Perú posee estas cualidades geográficas, el director y principal organizador de la prueba Etienne Lavigne decidió incluir al Perú por primera vez en 33 años de competiciones: "Gracias a Perú y sus dunas, la carrera será muy exigente para los participantes. Habrá una gran variedad de dificultades", aseguró el francés.
Y razón no le falta, si consideramos que en los desiertos de Pisco e Ica se levantan dunas de nada menos de 200 metros de altura, lo que significa que los ascensos serán muy lentos y los descensos serán frenéticos.
Otro factor que también podría jugar en contra de los deportistas (dependiendo de cada uno) es el intenso clima soleado y seco que impera en la región. No sorprendería que por día abunden litros de botellas de agua y gotas de sudor bajo un sol de 42 grados.
El turismo en buena hora
Por ser un evento importante, mediático y de envergadura internacional, el Dakar pondrá al Perú en los ojos del mundo. Las transmisiones del torneo se podrán ver a través de internet y televisión en cientos de países.
Lo cual beneficiará al país enormemente en cuanto a turismo se refiere, como así lo aseguro el presidente del Instituto Peruano de Deporte, Francisco Boza Dibos, quien dijo que la justa automovilística tendrá un impacto positivo para el turismo y el deporte en nuestro país.
Parajes como la laguna de La Huacachina, que está ubicado en un oasis a 5 km de la ciudad de Ica, donde habitan palmeras, huarangos, eucaliptos y aves migratorias, se verán beneficiados con las visitas de cientos de pilotos y periodistas extranjeros que sin duda quedarán fascinados con aquel único paisaje natural.
No cabe duda que el turismo y el deporte se vivirán con intensidad en esta parte del planeta durante el espectacular rally Dakar 2012.