Gerard De Rooy, uno de los grandes nombres que estarán participando en la categoría camiones en el Dakar, ganador en el 2012, pero como siempre se ha dicho es un trabajo de equipo y en eso tiene mucho que ver Pep Vila.
Vila es el piloto español que estará brindándole soporte a De Rooy maneja un Iveco Trakker que se fabrica en Madrid y se transforma en Holanda para el Dakar, tiene dos hándicaps: una menor potencia -900 CV frente a los 1.100 de los jefes de filas- y, sobre todo, entre 1.500 y 2.000 kilos de peso adicional por todos los recambios que transporta en sus entrañas.
"Mi misión es vital porque con las piezas que llevo les puedo salvar la carrera", añade. No puede transportar las más pesadas, como la caja de cambios, porque comprometería su rendimiento en carrera y eso a veces supone que no pueda resolver las contingencias más graves: "El año pasado De Rooy rompió el tren trasero en una de las primeras etapas y no pude ayudarle. Estuvimos dos horas abrazados y llorando porque todo el esfuerzo de un año se acababa de perder en ese accidente".