Por los trayectos largos y las situaciones a las que deben enfrentarse, los transportistas a bordo de un camión suelen tener una preparación física y habilidades de manejo distintas a la que se puede ver en un conductor de ciudad con un vehículo de otro tipo.
Por ello, los fabricantes han evolucionado la preparación de los camiones, no solo para el rendimiento en el camino, sino también para ofrecer a sus pilotos la mayor comodidad posible, con el fin que estos disfruten de su trabajo. Y precisamente, la cabina es el principal centro en búsqueda de dicha holgura.
“El diseño de la cabina es de fundamental importancia”, comenta Jorge Muroi, gerente de la línea de camiones y buses FUSO. “En nuestro caso, se ha prestado especial atención a la visibilidad y funcionalidad del habitáculo, con un parabrisas delantero que ofrece una amplia visión panorámica del camino, asientos con multi-ajustes y timón basculante y telescópico”, menciona.
Los asientos de la cabina están compuestos, en sus últimas presentaciones, de acero, mientras que el material del forrado se ha optimizado de acuerdo al biotipo promedio de los conductores de camión en el país.
Para complementar el bienestar, la prestación tecnológica resulta fundamental, por lo que ahora se toma muy en cuenta durante la fabricación el sistema de climatización, variables respecto a la ciudad por donde se transcurra, así como la adaptación al medio ambiente.
Además, ya es frecuente ver nuevos camiones con computadoras a bordo, donde se puede observar en tiempo real los parámetros de funcionamientos, como también las cajas automáticas, que poco a poco empiezan a expandirse en la oferta de estos vehículos.