La faja de distribución uno de los elementos más importantes del auto, por lo que el prevenir su rompimiento puede ahorrarte grandes problemas
La correa de distribución es una de esas piezas que cuando se rompe puede causar verdaderos destrozos. En la mayoría de los casos, cuando no se mantiene una correcta prevención y la faja de rompe repentinamente, los daños son tales que el motor deja en el acto de funcionar y suelen arruinarse otros mecanismos del auto, lo que puede generarte un gasto abismal en la reparación. En algunos casos, incluso, se termina con la vida del motor y ocasionando una de las averías más costosas que podamos tener en nuestro carro. La prevención es importante. La negligencia y el descuido, ya lo sabes, puede costarte caro.
Son elaboradas de material de neumático, consistencia dura y resistente. Cumple con la función de coordinar y sincronizar el movimiento del cigüeñal y el árbol de levas para que las válvulas se abran y cierren sin que los pistones las golpeen.
Cuando falla la correa de distribución el carro deja de funcionar, porque al romperse puede haber dañado los pistones, las válvulas y muchas otras piezas del motor, dejando así inservible nuestro vehículo.
Aquí te damos seis señales que debes tener en cuenta y que pueden salvarte de verdaderos dolores de cabeza:
1. El Kilometraje siempre avisa
Pese a que no haya establecida una cantidad exacta de kilómetros recorridos, suelen ser aproximados que varían entre los 60.000 y los 150.000 que indica ya debes ir pensando en cambiar la faja. Cada fabricante, como se sabe, lo estipula de distintas maneras. Así que, lo primero que debemos hacer es consultar el manual de nuestro carro para tener una idea precisa y nunca lleva la cadena de distribución al límite.
2. Nuestro modo de manejo en la ciudad
Además de los kilómetros recorridos, que son una guía, también hay que considerar las condiciones en que normalmente conducimos. Por ejemplo, cuando lo hacemos en ciudad, la faja de distribución sigue funcionando aun cuando estamos detenidos con el carro encendido, ya sea en los semáforos en rojo o en aquellos tráficos insoportables, tan típicos en Lima. Por lo tanto, debemos añadirles ese kilometraje al menos un 20%, lo cual nos llevará a decidir mejor en qué momento realizaremos el cambio.
3. El tiempo
Si somos de los que usamos el auto una vez a las quinientas, tendremos que revisar la correa de distribución cada cinco años para asegurarnos de que no tenga grietas, desgastes o decoloración, pues el material con el que está fabricada tiene un deterioro normal por el tiempo de uso.
4. La temperatura y ambiente como guía
Vivir en climas extremos por demasiado frío o calor es otro factor determinante para disminuir el tiempo en que se hace el cambio de correa, también cuando el ambiente es muy polvoriento o húmedo debemos ser más previsores y revisar su estado más frecuentemente.
5. Sonidos extraños
Cuando comenzamos a oír ruidos extraños provenientes de la transmisión debemos revisar la correa de distribución, porque puede tener una tensión inadecuada y reventar en cualquier momento.
6. Distinguir las vibraciones
Si tenemos el motor encendido pero el carro está detenido y comienza a vibrar, es probable que sea hora de un cambio de correa, porque los pistones y las válvulas están comenzando a realizar un esfuerzo mayor al normal.
