El fuelle de cardán retiene la grasa contenida en las articulaciones de cada extremo del cardán. Tiene la doble misión de junta y de recipiente de grasa.
En algunos casos, especialmente en los vehículos de Renault, el fuelle interior conectado a la rueda izquierda retiene el aceite de la caja de campos que también se ocupa de lubricar la articulación del cardán.
El fuelle de cardán es de caucho flexible para poder adaptarse a cualquier forma de distorsión, permitiéndole permanecer estando en cualquier situación.
Sin esta grasa, la vida útil del cardán sería extremadamente limitada. Las fricciones de los metales sin grasa suponen un desgaste rápido e irreversible. El fuelle permite conservar la grasa para que ésta pueda realizar su misión. Si se daña, puede provocar una pérdida de grasa en la articulación.
Si el fuelle de cardán que contiene el aceite de la caja de cambios sufre daños, la caja de cambios no se lubricará, lo cual puede hacer que se deteriore de forma grave.
¿Cuándo cambiar un fuelle de cardán?
El fuelle de cardán no es una pieza de desgaste y, por lo tanto, no hay ninguna recomendación acerca de su sustitución. Se degrada a causa del paso del tiempo y de las fuertes deformaciones. De hecho, con el tiempo, pierde su “flexibilidad” y, por lo tanto, su capacidad de absorber los movimientos del cardán. Por ello, es necesario realizar una inspección de su estado en cada revisión.
Cuando aparezcan fisuras o grietas en el fuelle, se recomienda cambiarlo para evitar cualquier riesgo de fuga.
Cuando el fuelle tiene una perforación, puede haber una salida de grasa por el lado de la rueda o de la caja de cambios. Si el cardán emite un sonido de golpeteo, esto indica que ya es demasiado tarde y que debe ser sustituido.