Siguen en la lucha. Reza un dicho que son las adversidades lo que siempre saca lo mejor de uno. Y definitivamente, eso lo tiene muy claro el piloto oficial de Polaris, Óscar Rocha, que junto a su inseparable compañero Henry Ynga, finalizaron, el día de ayer, con éxito la tercera etapa del Dakar 2013, Pisco - Nazca, realizándose en 243 kilómetros de inclemente arena.
A los mandos del Buggy UTV Polaris RZ4, Rocha retomaba la partida de la competencia pasadas las doce horas, luego de superar una rotura del trapecio. Sin embargo, de ahí, hasta el final de la etapa, las situaciones que se presentaron tampoco fueron color de rosa. Una falla en una de las rótulas del Buggy, al pasar por el tercer Waypoint, ponía nuevamente en peligro la continuidad de la dupla peruana. Pero el coraje y la vergüenza deportiva de dejar el alma en la ruta pudo más.
Y fue en ese momento que el binomio Rocha - Ynga pudo reparar la pieza averiada en menos de una hora lo que les permitió seguir bregando hasta la meta. "Hoy fue un día menos complicado para el equipo. Tuvimos un problema con una rótula, pero sucedió un milagro que lo pudimos solucionar rápidamente. Hemos terminado la etapa cerca de las 9:00 pm (21 horas). Estamos muy cansados pero contentos porque nos hemos podido nivelar y los mecánicos ya podrán dejar la Polaris como nueva " Señaló satisfecho el también oficial de Marina Oscar Rocha.
Luego añadió. "Seguimos adelante y con más ganas de antes. Un inicio difícil, pero ya le hemos encontrado el ritmo al vehículo para seguir avanzando seguros. Le estamos sacando provecho a las dunas y a la vez cuidando en todo lo que se pueda a la máquina." Concluyó.