Juan Carlos García, instructor de Hino Perú, señala que el intercooler y el turbocompresor son componentes que trabajan en conjunto para mejorar la compresión del motor y así incrementar su buen desempeño.
El turbocompresor aprovecha la salida de los gases del escape para generar fuerza de succión. Esto lo logra a través de una turbina que es impulsada por los gases del escape y la hace girar a altas revoluciones.
Las revoluciones del turbo pueden llegar hasta 120 mil rpm y su temperatura a 900 grados.
Esta turbina se conecta a otra por medio de un eje, esta última succiona el aire hacia la admisión del motor haciendo que ingrese al motor aire comprimido y esto mejora la compresión aumentando su potencia.
Este sistema aprovecha la energía desperdiciada del escape para succionar aire del ambiente, pero el problema es que la energía generada del escape se encuentra a altas temperaturas, calentando el aire succionado y al estar caliente, contiene menos moléculas de oxígeno por volumen, afectando la eficiencia de la combustión.
En ese sentido, el intercooler tiene la función de enfriar el aire y tener una mejor combustión.