El sistema, conocido como Easy Access Door System, integra los pilares centrales en las puertas del coche, para crear aperturas diáfanas de 1.5 metros de ancho en ambos lados del vehículo, cuando la mayoría de las aperturas de puertas traseras ofrecen menos de la mitad de ese espacio.
Los ingenieros responsables del desarrollo del sistema han desplazado la estructura reforzada de los pilares centrales del coche y la integraron directamente en las puertas, con el objeto de aumentar la protección contra colisiones, especialmente, de impacto lateral.
En el proceso se ha empleado acero especial de alta resistencia, que ofrece hasta cinco veces más resistencia que el convencional, en partes clave del habitáculo y puertas, con lo que se crea una estructura fuerte y rígida sin añadir peso.
Se han realizado más de un millar de simulaciones por ordenador a lo largo de tres años para mejorar el rendimiento en esos impactos laterales, a las que se han añadido otras 50 pruebas de choque laterales reales.
En el interior del B-Max, el Easy Access Door System también permite que los asientos traseros y el asiento delantero del pasajero pueden plegarse para crear una plataforma de carga grande, en la que caben desde bicicletas a muebles embalados, o lo que es lo mismo poder cargar objetos de más de 2.3 metros de longitud a través de las puertas laterales.