Todo queremos ahorrar, sin embargo, no puedes dejar de invertir en tu vehículo, las reparaciones y los recambios deben ser prioridad, así te evitarás largas facturas en el taller. Evita tener los filtros sucios o las correas rasguñadas, esto hace que tu auto consuma más de lo adecuado y que el motor se averíe.
Si crees que “ahorrar” significa no gastar en reparaciones, estás cometiendo un tremendo error, ese ahorro terminará siendo tu más grande arrepentimiento, pues el gasto será mucho más grande que cuando inició el problema. No te olvides de darle mantenimiento y una limpieza a tu chasis.
No uses el auto para ir de tu casa a la panadería, a menos que vivas en Jesús María y se te antoje el pan que venden cerca a la casa de tu abuela en Surco, pues bien, el uso a cortas distancias aumenta el desgaste de las piezas y evita que el aceite llegue a la temperatura adecuada para su funcionamiento.