Japón hace un coche de los de antes: más sensaciones y menos ayuda electrónica

 El diseño del modelo recuerda en ciertos aspectos al mítico Celica.Toyota, Subaru y Scion. GT86, BRZ y FR-S. Les Enfants Terribles, tres caras de la misma moneda, el trío Tobaru. Hacía tiempo que un coche no levantaba tanta expectación, pero es algo normal teniendo en cuenta lo que prometen estos trillizos.

En Japón, cuna del drift, se han propuesto volver a la esencia de la conducción: disfrutar de las curvas. Para ello, la mejor opción era crear un modelo equilibrado, ligero y con la potencia suficiente para disfrutar tanto en carreteras reviradas como en rectas. Dicho y hecho.

El proyecto, llevado a cabo de manera conjunta por Subaru y Toyota, toma como base un motor bóxer atmosférico de 2 litros y cuatro cilindros con inyección directa D-4S, que desarrolla 200 CV de potencia y un par motor de 205 Nm. El cambio, semiautomático de 6 marchas con levas en el volante, transmite la fuerza a las ruedas traseras.

El conjunto del coche, con unas dimensiones de 4.240 x 1.285 x 1.775 mm, se queda en un peso muy ajustado: 1.180 kg en vacío; lo que, combinado con un reparto de pesos casi idóneo (53-47) y un centro de gravedad situado a 475 mm, da como resultado un coche muy ágil.

La dupla potencia-agilidad se demuestra en sus cifras: una aceleración de 0 a 100 km/h en siete segundos y una velocidad máxima de 225 km/h. Pero no es este un coche de números, bajar tiempo en el cuarto de milla no es su objetivo, eso es para los muscle car americanos.

Su nacimiento ha tenido lugar bajo el prisma de la diversión en carreteras de montaña, y muestra de ello son el diferencial trasero de deslizamiento limitado y el ABS y el control de estabilidad desconectables para que haya, según palabras del fabricante, "una intervención electrónica mínima a fin de ayudar a preservar la pureza de la experiencia de conducción".

La mecánica prometía, y los pocos que han podido disfrutar ya de uno de ellos confirman que es un coche de sensaciones, de buenas sensaciones. Pero para vender un buen producto, también es necesario un buen envoltorio. Nadie puede decir que el diseño no entre por los ojos, pero ya se han puesto pegas al hecho de que apenas se haya diferenciado cada uno de los tres modelos.

Y es verdad, GT86, FR-S y BRZ son prácticamente idénticos, algo que, si bien es entendible entre los dos primeros (Scion es la filial joven de Toyota en Estados Unidos, y allí no llegará el GT86) no parece tan normal respecto la marca de las estrellas.

Así, las diferencias entre ellos se reducen a pequeños detalles y su exterior puede entenderse como una ligera evolución de uno a otro. El Scion FR-S sería el más básico, sin alerón trasero ni faros antiniebla, elementos que si están presentes en el GT-86, mientras que el Subaru BRZ incorpora además un paragolpes frontal distinto, más vertical que le da un aspecto más fino. Lo cierto es que de los tres el que parece más musculoso es el Scion.

En el interior más de lo mismo: habitáculo prácticamente calcado en los tres casos, a excepción del FR-S, de nuevo el más escaso, que sustituye el navegador y el climatizador de sus hermanos por radio y aire acondicionado.

Y todo ello por un precio que en nuestro país será inferior a los 30.000 euros, una cifra más que correcta teniendo en cuenta el tipo de coche y de conducción que representa, y lo mucho se esperaba algo así en el mundo del motor. Ya se pueden hacer pedidos, pero la demanda es tal que hay lista de espera hasta 2013; esperamos hacernos con uno dentro de poco y poder contaros si está a la altura de las expectativas.

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