Aunque usted no lo crea, es posible. Al menos para este ingeniero sueco que vive en Estados Unidos y pretende lograr un cambio civil que nos afectaría a todos
Mats Järlström vivía su vida con normalidad hasta que algo en su hogar le llamó la atención. Una multa de 260 dólares a su esposa lo molestó de tal manera que se vio obligado a actuar.
La multa fue puesta porque la cámara de un semáforo la captó cruzando con la luz roja solo 0,12 segundos después que esta cambie de ámbar.
La duración del color ámbar se calcula en base a una ecuación que determina el tiempo que debe pasar para que los conductores capten la advertencia del cambio de luz.
Järlström reunió a un grupo de expertos del Instituto de Ingenieros de Transporte (ITE) y les presentó su apelación a este caso, en la que mediante una fórmula determinaron que la ecuación que calculaba el tiempo para la luz ámbar era defectuosa y debería extenderse de 3,2 a 4,5 segundos.
El tiempo propuesto se basó en una nueva ecuación que relaciona el tiempo de reacción-percepción del piloto-automóvil y el margen de seguridad para desacelerar con comodidad.
Esta recomendación recogida por la ITE plantea que los tiempos han cambiado (la fórmula que se usa es de 1959) y por ende las normas también lo deberían hacer. Como dato curioso, Alexei Maradudin, parte del equipo que propuso el cambio en el 59, también lo hizo por una multa que recibió.
¿Qué sucede en nuestro país?
En nuestro país, la duración mínima de la luz ámbar es de 3 segundo que en muchos casos no se respeta. El consultor de la Asociación Civil Cruzada Vial, David Fairlie contó a Andina que esto sucede porque muchos semáforos no llevan un contador, lo que hace que los vehículos no calculen bien el tiempo de aceleración o desaceleración y pueda ser causante de accidentes.
