Experta asegura que si los semáforos pudieran tener un mismo sistemas, habría un ahorro de tiempo de dos minutos por cada intersección.
En el cruce del jirón Lampa con Roosevelt y Carabaya, con sentido hacia el Centro Histórico, hay una triple intersección vial, en donde los autos pueden quedar estancados por más de 35 minutos en hora punta.
En el lugar mencionado, los transeúntes tienen que pasar entre la inmensa cantidad de autos que quedan varados en la pista del Centro de Lima.
Ante ello, es crucial conocer la opinión de uno de los ingenieros viales que tiene más sapiencia en la materia: el hombre que ha instalado la mitad de semáforos de Lima.
Él se llama Manuel Gregorio y es gerente de TEC Corporatión, empresa que ha instalado los semáforos de unas 600 intersecciones desde la década de los 80.
Según palabras del especialista, el problema principal de los cuellos de botella es que los softwares de los semáforos, en su mayoría, no son compatibles entre sí, lo que impide que exista una continuidad, dicho de otra manera, la conocida 'Ola Verde'.
Al día de hoy, en la capital existen hasta siete protocolos de comunicaciones diferentes entre todos los semáforos.
“Cada fabricante que gana la licitación pone su propio protocolo [o sistema]. Mientras que la Municipalidad de Lima no exija que se cumpla con un solo protocolo de comunicaciones no se van a poder sincronizar los semáforos”, indica. Un ejemplo de ello, es el sistema de semáforos que emplean los buses del Metropolitano el cual es incompatible con el sistema de aquellos que están en las transversales.
Asimismo, el ingeniero afirma que este problema se evidencia únicamente en Cercado de Lima. “De las 1.250 intersecciones semaforizadas de Lima, 229 (menos del 20%) están centralizadas [conectadas a una central] y dentro de las centralizadas hay 7 diferentes protocolos. El resto de intersecciones, es decir 1.021, funcionan libremente sin ningún sistema”, explica.
En adición, Alexandra Ames, especialista en políticas públicas y transporte menciona el primer paso que se debe dar para solucionar este problema que nos afecta a todos de forma cotidiana.
“Un primer paso es identificar cuántos hay y conocer sus condiciones. Hay un problema de descoordinación de los semáforos. Esto se soluciona con una ordenanza que exija que los softwares sean compatibles. No para asegurar que sea un solo proveedor, sino para que los proveedores entreguen equipos que puedan conversar entre sí”, expresó la especialista.
Finalmente, la experta comenta sobre la cantidad de tiempo que perdemos día a día por el error de software en el sistema de los semáforos.
“Si los semáforos pudieran tener un mismo sistema o software y estuvieran coordinados, habría un ahorro de tiempo de dos minutos por cada intersección, es decir, ganaríamos hasta 30 minutos de tiempo en el tráfico [por tramo]”, asegura Alexandra Ames.
